Para 2035, las consolas de administración tal como las conocemos desaparecerán, reemplazadas por AIOps que gestionarán de forma integral la entrega y la seguridad de las aplicaciones.
Si esto parece exagerado, sigue leyendo y valora los resultados del informe F5 State of Application Strategy 2025. Ya hemos iniciado el camino hacia las operaciones basadas en agentes. En 2019, apenas el 9% de los encuestados utilizaba automatización impulsada por datos. En 2025, casi la mitad, el 44%, permite que los datos activen la ejecución de scripts en las operaciones. Desde ahí, solo falta un pequeño paso para que agentes de IA generen y ejecuten esos scripts.
En este contexto, nos preparamos para una nueva era donde la IA será el principal plano de control para la entrega y seguridad de las aplicaciones en el futuro.
Sí, mantengo lo que dije.
La entrega de aplicaciones como disciplina siempre ha sido dinámica y ha evolucionado junto con los cambios en las arquitecturas de aplicaciones, la infraestructura y las expectativas de los usuarios. La transición de arquitecturas monolíticas a microservicios generó una presión sin precedentes sobre los enfoques tradicionales de gestión, lo que obliga a las organizaciones a reevaluar cómo manejan la complejidad y la escalabilidad. El portafolio empresarial ahora está fuertemente modernizado, con un 53 % de aplicaciones clasificadas como aplicaciones modernas, una cifra que crecerá junto con la adopción de IA.
La virtualización, los contenedores y las nubes, que antes eran novedosas, hoy son elementos básicos. Trajeron consigo una dependencia cada vez mayor de la automatización. El salto de los scripts automatizados a la toma de decisiones impulsada por IA es, sencillamente, la siguiente progresión lógica.
La investigación de este año destaca un cambio fundamental: Casi la mitad de los encuestados indicó que desea utilizar IA para la generación de políticas y la toma de decisiones operativas. Y se sienten cómodos haciéndolo: El 99% expresó su confianza en que la IA actúe por sí sola para ejecutar al menos una función operativa.
Los encuestados desean con entusiasmo que la IA generativa actúe en su nombre para gestionar la entrega y la seguridad de las aplicaciones.
Está claro que las empresas están hartas de flujos de trabajo ineficientes, consolas conflictivas y la complejidad de trabajar con APIs, lo que impulsa una demanda colectiva de una única interfaz impulsada por IA capaz de operar en múltiples entornos.
¿Por qué la desaparición inminente de la consola de gestión? En un ecosistema multinube híbrido, los equipos de operaciones gestionan múltiples entornos, herramientas y paneles de control.
Llevamos casi una década preguntándonos por las frustraciones que experimentas al entregar y asegurar aplicaciones en entornos multinube. Las tres principales preocupaciones apenas han cambiado: la complejidad de las APIs y herramientas, los problemas de rendimiento de las aplicaciones y la migración entre nubes.
Esta fragmentación eleva el riesgo de configuraciones erróneas, desviaciones en el cumplimiento y puntos ciegos en la seguridad. Sumamos microservicios que se comunican por redes efímeras y una lista creciente de APIs, y te encuentras ante una pesadilla operativa inminente.
Es decir, este año pedimos a los encuestados que seleccionaran sólo los dos principales para delimitar lo que realmente frustra a la gente. Incluso nosotros quedamos un poco sorprendidos por los resultados: El 53 % de los encuestados cita las políticas de seguridad inconsistentes en múltiples nubes como su mayor frustración, y el 47 % señala las políticas de entrega inconsistentes como una causa cercana.
Llegó AIOps, la práctica que combina automatización, análisis y orquestación impulsada por IA para mantener y optimizar los servicios de aplicaciones. AIOps unifica los datos de observabilidad, integra políticas de seguridad y asegura una gobernanza coherente en todos los entornos. En vez de navegar por varias consolas, interactuarás con un sistema inteligente único que entiende lenguaje natural, recomienda acciones y ejecuta tareas con supervisión mínima. Más de la mitad de las organizaciones buscan usar IA para ajustar automáticamente las políticas de entrega y cumplir con los objetivos de nivel de servicio, mostrando una confianza creciente en la toma de decisiones automatizada.
Un cambio de paradigma clave es que la IA será el plano de control principal para la entrega y seguridad de las aplicaciones en el futuro. Esto significa que el “cerebro” de su infraestructura—el lugar donde se procesan los datos de aplicaciones y API de usuarios, sistemas y redes—será una plataforma de IA que no solo analiza, sino que también realiza ajustes en tiempo real.
Para que funcione, necesitas flujos de datos limpios y consistentes, junto con marcos de gobernanza sólidos. Sabemos que una IA solo rinde al máximo con datos de calidad. Por eso apostamos por la observabilidad integral: monitorización continua en recursos físicos, virtuales y en la nube. Al unificar los datos, la IA identifica patrones —como un aumento súbito en el tráfico o comportamientos sospechosos— y reacciona al instante reconfigurando el balanceo de carga, ajustando las reglas del virtual firewall o desplegando más recursos.
La seguridad ya no es una cuestión de último momento. La seguridad impulsada por IA significa políticas dinámicas y conscientes del contexto que se adaptan en tiempo real. Por ejemplo, si una anomalía indica un vector de amenaza potencial, la IA puede aplicar inmediatamente reglas WAF adicionales o reforzar la seguridad de la API sin esperar una intervención manual.
Ya estamos observando cómo surgen las semillas de AIOps en distintos sectores.
Este cambio no ocurrirá de la noche a la mañana. Requerirá cambios culturales y operativos, especialmente en confianza y gobernanza. Pero las organizaciones que adopten operaciones impulsadas por IA temprano probablemente obtendrán beneficios como una menor carga operativa, tiempos de respuesta más rápidos y una postura más segura frente a amenazas cada vez más sofisticadas.
En 2035, hacer clic manualmente en las pestañas de una consola de gestión para entregar o proteger aplicaciones será tan anticuado como los módems de acceso telefónico y los disquetes. La AIOps será el estándar. Podemos aferrarnos a paradigmas de gestión obsoletos o prepararnos para un futuro en el que la IA sea quien tome las decisiones, vigile y controle todo lo relacionado con las aplicaciones. Los números y el impulso que los respalda hablan por sí mismos.